REFLEXIONA: ¿te gusta participar indirectamente durante un acto de violencia?
Resulta evidente que se ha producido una cierta banalización y espectacularización de la violencia: nos gusta ver o participar indirectamente en actos de violencia que desnaturalizamos, pues no los valoramos realmente como formas que, como seres racionales que somos, nos denigran y alienan...
- No sigas adelante: busca estos términos si no consigues comprender la idea transmitida en la frase anterior. (1) De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ¿qué cualidad se define como banal? (2) Espectacularización, por su parte, es un neologismo que no aparece en el diccionario anterior, pero ¿qué significado tiene este verbo de acuerdo con esta entrada de la Fundéu?
Ahora bien, aunque cabe esperar que esta banalización y espectacularización del acto violento es reciente, sorprende descubrir que, en verdad, no representa ninguna novedad. Ya en la época de la Antigua Roma, forzudos gladiadores, esclavos sin derechos condenados a luchar entre sí, se enfrentaban a vida o muerte sobre la arena de los anfiteatros ante la excitada y expectante mirada del público, que acudía ávido del entretenimiento que este espectáculo de masas ofrecía. (La trilogía Los juegos del hambre, de la autora Suzanne Collins, de la que leeremos un fragmento en clase, parece haberse inspirado en esta atracción romana: casualmente, el país en que se celebran los juegos se llama Panem, y en latín, en la época romana, era "panem et circenses" lo que solicitaba el pueblo romano para satisfacer sus necesidades; pan, para tener el estómago lleno, y circo, para matar el aburrimiento.)
Hoy, poco más civilizados, en verdad, seguimos banalizando los actos de violencia, que siguen formando parte de nuestras fórmulas de entretenimiento y espectáculo. La diferencia con respecto al pasado estriba en que el enfrentamiento no se produce entre individuos reales, sino en un marco de ficción, es decir, se produce en películas, series de televisión, etc. Algunos ejemplos de este tipo, caracterizados por una desmedida exposición de violencia gratuita, son las películas Battle Royale (2000) y La purga: la noche de las bestias (2013), o la serie El juego del calamar (Netflix, 2021), en la que, como en Los juegos del hambre, el juego representa un sórdido espectáculo que observa con entusiasmo el sector de la sociedad más pudiente.
Parece que todos estos ejemplos concedieran la razón al filósofo alemán Friedrich Nietzsche, quien en su libro Más allá del bien y del mal expuso la siguiente idea:
Ver sufrir produce bienestar; hacer sufrir, más bienestar todavía. Esta es una tesis dura, pero es un axioma antiguo, poderoso, humano, demasiado humano.
- Antes de seguir leyendo, expresa del 1 al 5 tu grado de acuerdo o de desacuerdo con esta afirmación, siendo 1 que no estás nada de acuerdo y 5, que estás completamente de acuerdo con la afirmación anterior. Justifica adecuadamente tu postura en cualquier caso.
Por último, lee el siguiente texto del filósofo español José Antonio Marina y responde a las preguntas que se plantean a continuación:
Durante la Edad Media, los espectáculos sangrientos, las ejecuciones o los autos de fe constituían actos públicos muy apreciados. Barbara W. Tuchman, en Un espejo lejano, habla de las ciudades de Francia que a veces compraban un criminal condenado en otro lugar para distraer a sus habitantes con una ejecución pública. Se mutilaba y descuartizaba a los criminales en público ante los excitados espectadores. […]
Sin duda, hoy nos espantaría asistir a esos espectáculos, pero la afición no ha desaparecido. Se ha trasladado al mundo virtual, como muestra el éxito que tienen las películas de horror o el cine gore. Algo parecido sucede con la asistencia a las exposiciones de objetos de tortura que recorren nuestras ciudades. Hay una curiosidad morbosa. Las ejecuciones públicas tardaron en prohibirse. En Austria e Inglaterra desaparecieron en 1868; en Holanda, en 1860; en España, en 1900; en Francia, la última fue en Versalles en 1939.
- ¿Estás de acuerdo con este filósofo en que "la afición [por estos espectáculos] no ha desaparecido"? Justifica tu respuesta.
- ¿Cuál crees que podría ser la causa de esta afición, ayer y hoy, por los espectáculos sangrientos? Trata de formular, aunque sea mínimamente, una hipótesis, es decir, una idea que consiga explicar la razón por la que el ser humano se siente atraído a ver a otras personas sufrir.