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Fragmento de Frankenstein o el moderno Prometeo

Frankenstein
sethJreid. Frankenstein (Pixabay License)

–Te equivocas –contestó el malvado ser–; pero, en vez de amenazarte, estoy dispuesto a razonar contigo. Soy un malvado porque no soy feliz; ¿acaso no me desprecia y odia toda la humanidad? Tú, mi creador, querrías destruirme, y lo llamarías triunfar. Recuérdalo, y dime, pues, ¿por qué debo tener yo para con el hombre más piedad de la que tiene él para conmigo? Si me pudieras arrojar a uno de esos abismos y destrozar con ello la obra que con tus propias manos creaste, para ti no sería un crimen. ¿Debo, pues, respetar al hombre cuando este me condena? Que conviva en paz conmigo, y yo, en vez de daño, le haría todo el bien que pudiera, llorando de gratitud ante su aceptación. Mas no, eso es imposible; los sentidos humanos son barreras infranqueables que impiden nuestra unión. Pero mi sometimiento no será el del abatido esclavo. Me vengaré de mis sufrimientos; si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo; y especialmente a ti, mi supremo enemigo, por ser mi creador, te juro odio eterno. Ten cuidado: me dedicaré por entero a la labor de destruirte, y no cejaré hasta que te seque el corazón, y maldigas la hora en que naciste. […] 

»Tengo la intención de razonar contigo. Esta rabia me es perjudicial, pues tú no entiendes que eres el culpable. Si alguien tuviera para conmigo sentimientos de benevolencia, yo se los devolvería centuplicados; con tal de que existiera este único ser, sería capaz de hacer una tregua con toda la humanidad. Pero ahora me recreo soñando dichas imposibles. Lo que te pido es razonable y justo; te exijo una criatura del otro sexo, tan horripilante como yo: es un consuelo bien pequeño, pero no puedo pedir más, y con eso me conformo. Cierto es que seremos monstruos, aislados del resto del mundo, pero eso precisamente nos hará estar más unidos el uno al otro. Nuestra existencia no será feliz, pero sí inofensiva, y se hallará exenta del sufrimiento que ahora padezco. ¡Creador mío!, hazme feliz; dame la oportunidad de tener que agradecer un acto bueno para conmigo; déjame comprobar que inspiro la simpatía de algún ser humano; no me niegues lo que te pido.

Mary Shelley: Frankenstein o el moderno Prometeo

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Palabras o expresiones desconocidas

Busca las palabras que desconozcas en el diccionario y lee el texto tantas veces como sean necesarias hasta asegurarte de que has comprendido su sentido global. Anota en tu cuaderno las palabras consultadas, recogiendo una pequeña definición que te permita recordar su significado (trata de ser breve: con una o dos líneas puede ser suficiente).

Comprensión del texto y expresión de posturas de acuerdo o de desacuerdo en relación con él

  1. Resume en una sola frase cuál es la intención o el propósito de Frankenstein, es decir, con qué objetivo se dirige a su creador. A continuación...

    1. De acuerdo con el monstruo, esta acción conllevaría ventajas e inconvenientes. ¿Cuáles señala? Enuméralas en dos columnas.
    2. ¿Crees que su solicitud es legítima? ¿Tiene derecho a pedir algo así?
    3. De ver cubierta esa necesidad, ¿crees que eso paliará de alguna forma su sufrimiento?
    4. ¿Tú habrías pedido lo mismo de encontrarte en su situación? ¿Por qué?
  2. En el primer párrafo, el monstruo se debate continuamente entre dos posturas, como un péndulo: por un lado, la expresión de su anhelo, de su deseo, que, como se ve frustrado, le lleva, por otro lado, a amenazar a su creador. Subraya en el texto las expresiones utilizadas o recógelas en dos columnas enfrentadas, numerándolas, de manera resumida.

    1. Teniendo en cuenta tanto una postura como la otra (es decir, tanto la expresión de su deseo como las amenazas), si tú fueses la persona que ha creado al monstruo, ¿qué le responderías? ¿Qué razones le darías para aceptar o rechazar su solicitud?
    2. ¿Qué crees que hizo el doctor en la novela?
  3. Fíjate ahora solo en las expresiones que emplea este personaje para amenazar a su creador, en las desgracias que señala que provocará sobre la humanidad si este no se aviene a cumplir su deseo.

    • ¿Te parecen ajustadas a su propósito o totalmente desproporcionadas? ¿Por qué?

    • Después de haber identificado estas expresiones en (3), si las has estudiado en clase, intenta identificar en ellas a partir de qué figura literaria están construidas (las figuras literarias también son conocidas como figuras retóricas o recursos estilísticos).

Identificación de las ideas ideas principales del texto 

  1. Resume el contenido del texto incluyendo exclusivamente sus ideas principales y prescindiendo de las secundarias o superfluas (puede resultarte de ayuda, tal vez, subrayar directamente en él aquellos enunciados o partes de los mismos que contengan ideas imprescindibles y que los recojas en tu resumen en el orden en que aparecen).