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"Preveyendo", "cocreta", "murciégalo" y otros palabros
Ver, prever; viendo, previendo. Nada de 'preveer' o 'preveyendo', como escuchamos muchas veces, incluso en los informativos. El verbo "prever" para algunos no existe y a cambio utilizan uno inventado, el verbo 'preveer', con sus peculiares formas verbales. "Preví" para ellos debe de ser 'preveí' o 'preveyí'. Digo yo. Aclaro también, ya que lo he mencionado, que no es lo mismo "debe de" que "debe". Y debe de ser que en algunos informativos tampoco saben que deben dar ejemplo, y no confundirlos.
A ver -que no "haber"-, una cosa es una errata y otra un error. A cualquiera se le puede colar una errata, o más de una. Pero si escuchas o lees en un mismo asunto más de una vez "preveyendo", seguro que no es una errata. Son incorrecciones lingüisticas habituales, como hay tantas. Palabras inventadas y usos incorrectos de palabras que sí existen. No son exactamente bulos lingüísticos, que los hay, y a patadas. Patadas a la lengua en muchos casos.
Otras veces, por el contrario, evitamos emplear una palabra en determinados contextos por considerar que no existe o que es vulgar. Y el ejemplo perfecto es "mogollón", que además de ser un apellido sí existe en el Diccionario, y en sus numerosas acepciones se la considera como mucho coloquial, nunca vulgar.
Sin bulos en la lengua
Ante la duda de si una palabra existe o no, lo mejor es acudir a la web de la Real Academia Española (RAE) y comprobarlo en su buscador, aunque no todas las palabras que empleamos están en el Diccionario, como apunta otra entidad de referencia en la materia, la Fundación del Español Urgente, Fundeu. Creada en 2005 por EFE y BBVA a partir del Departamento de Español Urgente de la agencia, su objetivo es velar por el buen uso del idioma español en los medios de comunicación, y alerta a diario sobre cuestiones concretas.
La Fundeu advierte de bulos lingüísticos, empezando por el que dice que las palabras que no están en el Diccionario no existen o no pueden emplearse. Sí pueden usarse. Pero, claro, no es lo mismo emplear "desafortunadamente", que no está en el Diccionario, que 'obeja', que obviamente tampoco está. Por cierto, "obviamente" sí figura en el Diccionario, y "afortunadamente", también. La Fundeu justifica que falten palabras porque "en ningún diccionario están todos los derivados que es posible crear a partir de una voz".
Cocretas vs almóndigas
Un bulo lingüístico muy extendido afirma que la palabra 'cocreta' está o va a estar en breve en el Diccionario de la RAE. Y de momento ni está ni se prevé en futuras ediciones. Sin embargo, "almóndiga" sí está. La RAE acepta "almóndiga" pero no 'cocreta'. Aunque apunta que es un vulgarismo de "albóndiga" y por ello desaconseja su uso.
Y ojo, porque tampoco admite 'croquetilla' y 'cocretilla', pero sí "albondiguillas" y "almondiguillas". ¿Qué le pasa a la RAE con las 'cocretas'? ¿Por qué "almóndigas" sí y 'cocretas' no?
Hay quienes piensan que la Real Academia Española sanciona lo que habla la gente. Aunque lo contradice que haya aceptado algunas palabras antes consideradas errores garrafales, como las ya citadas o "setiembre", "asín" y el guiño a la dislexia "murciégalo".
Luis M. García: Público (24 de octubre de 2017), fragmento