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"La ortografía es el termómetro"

Termómetro
PublicDomainPictures. Termómetro (Pixabay License)

La ortografía es el termómetro

Quien tiene un problema de ortografía no sufre solamente ese problema. Los errores con la puntuación o las letras van siempre asociados a una deficiente expresión sintáctica y a un vocabulario pobre. La ortografía es el mercurio que sirve para señalar la fiebre. Se podrán abolir las haches y las tildes, como propuso García Márquez, pero no por romper el termómetro bajará la temperatura.

Las personas acostumbradas a leer buenos libros y buenos periódicos no suelen cometer faltas cuando escriben, porque su memoria inconsciente ha ido almacenando las palabras exactas y ha deducido las relaciones gramaticales que mantienen entre sí. Y cuando las necesiten para expresar una idea, brotarán casi sin esfuerzo.

Frente a eso, las faltas involuntarias afloran en quienes no quisieron o no pudieron recibir una enseñanza de calidad y no han enriquecido luego su pensamiento con las cuidadas lecturas que conducen siempre a cuidadas reflexiones.

Hoy en día salimos a la plaza pública más con la palabra escrita que con la expresión oral. Redactamos mensajes de WhatsApp, de correo, escribimos en Twitter… Y paseamos por esa calle de multitudes vestidos solamente con nuestra ortografía y nuestra sintaxis. Así nos mostramos a los demás, que se formarán una opinión al respecto del mismo modo que se establece una impresión general ante quien lleva siempre lamparones en el traje.

En definitiva, la ortografía es sobre todo un indicio.

Se supone que quien escribe con corrección ha leído y ha incorporado a su pensamiento una estructura gramatical que le permite ordenar mejor las ideas y analizar con más competencia tanto lo que oye como lo que piensa. La buena ortografía ayuda además a relacionar unos vocablos con otros (y también a distinguir unos conceptos de otros).

Por el contrario, cabe suponer que quien comete faltas de ortografía no dispone de esas herramientas; que tal vez disfrute así de menor capacidad para la argumentación y la seducción, y que probablemente sea, por todo ello, una persona más manipulable.

Álex Grijelmo: El País (7 de noviembre de 2018)

Responde las preguntas después de leer el texto

  1. Por supuesto, busca las palabras que desconozcas en el diccionario y lee el texto tantas veces como sean necesarias hasta asegurarte de que has comprendido su sentido global.
  2. ¿Cuál es la idea que defiende el autor, Álex Grijelmo, a través de este texto? ¿Qué quiere decir con que la ortografía es el termómetro? ¿Qué diferencias existen, grosso modo, entre las personas que presentan una correcta expresión escrita y quienes no?
  3. ¿Qué argumentos proporciona el articulista para defender esta idea?
  4. ¿Estás de acuerdo con lo que expone? Trata de fundamentar tu opinión aportando razones.
  5. Por último, observa que, en el primer párrafo, alude a Gabriel García Márquez y da a entender que este participó de la idea de "abolir las haches y las tildes". Investiga a qué se refiere exactamente. ¿En qué hubiera consistido esta reforma ortográfica? ¿Crees que sería preferible llevarla a cabo o no? ¿Por qué?