Gramática no variada [inadecuación al registro y al nivel lingüístico esperables]
Una manifestación de pobreza lingüística se observa en la incapacidad que presentan algunas personas para elaborar textos dotados de una gramática rica o suficientemente variada. En estos casos, en el texto suelen predominar los enunciados breves, poco complejos desde un punto de vista sintáctico; de hecho, suele caracterizarse por la comisión de uno o más de estos defectos lingüísticos:
- abuso de oraciones simples (compuestas por un único verbo; por ejemplo, "ayer comí lentejas");
- de oraciones yuxtapuestas (aquellas que sí poseen más de un verbo, pero que no utilizan ninguna clase de nexo para unir o conectar las oraciones menores de que están compuestas; por ejemplo, "ayer comí lentejas, anteayer comí verduras"), o
- de oraciones coordinadas (también poseen más de un verbo, y las oraciones menores de que están compuestas sí que están unidas o conectadas esta vez por nexos, pero nexos como y, pero, ni, etc., cuya utilización en exceso puede demostrar falta de dominio de la lengua; por ejemplo, "ayer comí lentejas y anteayer comí verduras").
En el siguiente texto se abusa de varios de estos elementos:
Tengo un perro de siete años. Se llama Beethoven. Le pusimos el nombre por el de la película. Es un border collie. Lo sacamos a pasear mi hermana y yo, y mis padres lo alimentan. Le gusta jugar a la pelota; también perseguir a otros perros y correr por la orilla de la playa.
Observa ahora cómo, transmitiendo la misma idea, resulta sin embargo mucho más formal al habernos preocupado de utilizar una serie de construcciones gramaticales más sofisticadas o formales:
Tengo un perro de siete años de edad, perteneciente a la raza border collie, cuyo nombre es Beethoven, nombre que le pusimos por el de la película. Lo sacamos a pasear tanto mi hermana como yo, mientras que mis padres, por su parte, se encargan de alimentarlo. Entre las actividades que le gustan están jugar a la pelota, perseguir a otros perros y correr por la orilla de la playa.
La aparición en un texto de estas construcciones de carácter más bien pobre puede ser síntoma de un deficiente o escaso dominio de la lengua (afectaría en ese caso al nivel lingüístico) o de una incorrecta adecuación a la situación comunicativa (afectaría en ese caso al registro). Sírvete de las siguientes recomendaciones para no abusar de ellas, en cualquier caso:
- No emplees en tus textos excesivamente, o de forma mayoritaria, oraciones simples o yuxtapuestas. ¡Hay decenas de nexos que te permitirán conectar las ideas plasmadas en ellas!: ya que, a pesar de que, con la condición de que, siempre y cuando, etc. No tengas miedo en utilizarlos. Ahora bien, si te animas a emplearlos, cuidado (lo pobre importa, pero el exceso también): no pierdas nunca el control de las oraciones que construyas (defecto que te explicamos en el apartado [4.10 Gr.SINT]) ni generes tampoco enunciados recargados u oscuros (problema de estilo que te explicamos en [5.3.3]).
- Cuando terminemos de redactar, conviene siempre (siempre) releer lo que hemos escrito: te ayudará a detectar construcciones excesivamente pobres. Vale, sí, sabemos que es una tarea que puede provocar pereza, pero es fundamental (ayuda, además, a corregir otros elementos: erratas, cuestiones de estilo, etc.). Si lo deseas, deja reposar tu composición, emprende la revisión al día siguiente o pasada una semana, pero ¡no dejes de hacerlo!
- Ayuda fijarse o preocuparse en otros elementos, como por ejemplo los conectores del discurso (podrás aprender más sobre ellos en el apartado [6 (c)]).