Saltar la navegación

[4.10 Gr.noV] Gramática no variada

Gramática no variada [inadecuación al registro y al nivel lingüístico esperables]

Una manifestación de pobreza lingüística se observa en la incapacidad que presentan algunas personas para elaborar textos dotados de una gramática rica o suficientemente variada. En estos casos, en el texto suelen predominar los enunciados breves, poco complejos desde un punto de vista sintáctico; de hecho, suele caracterizarse por la comisión de uno o más de estos defectos lingüísticos:

  • abuso de oraciones simples (compuestas por un único verbo; por ejemplo, "ayer comí lentejas");
  • de oraciones yuxtapuestas (aquellas que sí poseen más de un verbo, pero que no utilizan ninguna clase de nexo para unir o conectar las oraciones menores de que están compuestas; por ejemplo, "ayer comí lentejas, anteayer comí verduras"), o
  • de oraciones coordinadas (también poseen más de un verbo, y las oraciones menores de que están compuestas sí que están unidas o conectadas esta vez por nexos, pero nexos como y, pero, ni, etc., cuya utilización en exceso puede demostrar falta de dominio de la lengua; por ejemplo, "ayer comí lentejas y anteayer comí verduras").

En el siguiente texto se abusa de varios de estos elementos:

Tengo un perro de siete años. Se llama Beethoven. Le pusimos el nombre por el de la película. Es un border collie. Lo sacamos a pasear mi hermana y yo, y mis padres lo alimentan. Le gusta jugar a la pelota; también perseguir a otros perros y correr por la orilla de la playa.

Observa ahora cómo, transmitiendo la misma idea, resulta sin embargo mucho más formal al habernos preocupado de utilizar una serie de construcciones gramaticales más sofisticadas o formales:

Tengo un perro de siete años de edad, perteneciente a la raza border collie, cuyo nombre es Beethoven, nombre que le pusimos por el de la película. Lo sacamos a pasear tanto mi hermana como yo, mientras que mis padres, por su parte, se encargan de alimentarlo. Entre las actividades que le gustan están jugar a la pelota, perseguir a otros perros y correr por la orilla de la playa.

La aparición en un texto de estas construcciones de carácter más bien pobre puede ser síntoma de un deficiente o escaso dominio de la lengua (afectaría en ese caso al nivel lingüístico) o de una incorrecta adecuación a la situación comunicativa (afectaría en ese caso al registro). Sírvete de las siguientes recomendaciones para no abusar de ellas, en cualquier caso:

  • No emplees en tus textos excesivamente, o de forma mayoritaria, oraciones simples o yuxtapuestas. ¡Hay decenas de nexos que te permitirán conectar las ideas plasmadas en ellas!: ya que, a pesar de que, con la condición de que, siempre y cuando, etc. No tengas miedo en utilizarlos. Ahora bien, si te animas a emplearlos, cuidado (lo pobre importa, pero el exceso también): no pierdas nunca el control de las oraciones que construyas (defecto que te explicamos en el apartado [4.10 Gr.SINT]) ni generes tampoco enunciados recargados u oscuros (problema de estilo que te explicamos en [5.3.3]).
  • Cuando terminemos de redactar, conviene siempre (siempre) releer lo que hemos escrito: te ayudará a detectar construcciones excesivamente pobres. Vale, sí, sabemos que es una tarea que puede provocar pereza, pero es fundamental (ayuda, además, a corregir otros elementos: erratas, cuestiones de estilo, etc.). Si lo deseas, deja reposar tu composición, emprende la revisión al día siguiente o pasada una semana, pero ¡no dejes de hacerlo! 
  • Ayuda fijarse o preocuparse en otros elementos, como por ejemplo los conectores del discurso (podrás aprender más sobre ellos en el apartado [6 (c)]). 

Y... Y... Y...

En determinadas etapas escolares, o cuando se tiene poca maestría con la lengua, resulta habitual utilizar la conjunción "y" en casi cualquier contexto lingüístico; sin embargo, este abuso (más que uso) provoca el desplazamiento o el descuido de otras formas, de contenido más exacto o concreto, que pueden ayudar a que nuestros textos resulten, además, más formales (en consecuencia, por tanto, como, etc.). Observa la diferencia en el siguiente ejemplo, a partir del que, entre corchetes, se ha ofrecido una versión más elaborada en la que se ha evitado la conjunción "y":

El alumnado de 3.º ESO C se comprometió a comportarse mejor en adelante y debería cumplirlo. [El alumnado de 3.º ESO C se comprometió a comportarse mejor en adelante, así que, dada su promesa, debería cumplirlo.]

Siguiendo el modelo del ejemplo, reelabora los siguientes enunciados tratando de evitar la conjunción "y". Utiliza para ello todas las fórmulas que consideres oportunas (puedes añadir una nueva porción de texto, como en el ejemplo anterior; puedes puntuar con un punto y seguido, un punto y coma, etc.), pero recuerda evitar la conjunción y, asimismo, reelaborar el enunciado o el texto de forma que resulte más formal.

  • Paula compite como nadadora y debe tener un buen estado físico.
  • Estaba acostumbrado a decir muchas mentiras de pequeño y mis padres me reprendían muchas veces por ello, a veces sin éxito.
  • La gravedad es un efecto físico provocado por el movimiento de los astros por el espacio, y no todos los cuerpos celestes la experimentan de la misma forma.
  • Mi padre entra en el supermercado siempre todos los miércoles después del trabajo, y normalmente compra lo mismo (pan, fruta y verduras, pescado..., esas cosas), y llega a casa después de mamá, que aprovecha para recogernos.
  • Los budistas creen en la reencarnación, y escogen a su líder, el Dalái lama, entre niños, y les hacen pasar una serie de pruebas estrictas, y determinan, así, que son la reencarnación de su maestro.
  • Las drogas afectan a muchos jóvenes de clase media y baja, y esto les lleva a cometer robos y atracos para poder pagar su dosis diaria de droga, y esto genera inseguridad ciudadana.

¡Enriquece la gramática de tus textos!

Los siguientes textos presentan una enorme pobreza desde el punto de vista sintáctico o gramatical en el momento en que están compuestos, mayoritariamente, por oraciones simples y predomina la yuxtaposición de elementos. Enríquecelos aumentando su complejidad sintáctica, para lo que es muy probable que necesites añadir algún elemento adicional.

Ejemplo: Has cambiado. Estás rota, dañada. No sirves. No puedes proteger a ninguno de ellos (el estilo del texto mejoraría si la propuesta fuese la siguiente: Has cambiado y estás rota, dañada, por lo que no sirves. Me temo que no puedes proteger a ninguno de ellos).

Por supuesto, si deseas realizar alguna otra modificación (de vocabulario, de estilo, etc.), siéntete libre de hacerlo pero, en ese caso, explica la razón que te ha movido a ello y en qué grado has mejorado el texto.

Texto 1

Pues mire, para llegar a su hotel, camine por esta calle. Luego hay una calle ancha. Ahí da la vuelta para llegar a otra calle. Ahí hay una tienda. Siga derecho y, cuando llegue a la otra calle, ahí está la tienda que busca.

Texto 2

Me llamo Encarna García y tengo quince años. Soy de Burgos y estudio 4.º ESO. Vivo con mi familia. Está formada por mi madre, mi abuela materna y mi hermano pequeño. Me llevo tres años con él y se llama Diego. Mi padre ya no vive con nosotros. Mis padres se divorciaron hace dos años. Ahora vive con otra mujer en Palencia. Mi madre es maestra de educación infantil. Mi abuela tiene ochenta años, pero se conserva estupendamente. 

Texto 3

Salgo de clase a las 14.25 horas, voy a casa a comer y por la tarde tengo actividades extraescolares varias: los lunes y los miércoles voy a clase de inglés; los martes y los jueves tengo natación. A veces, cuando salgo de inglés, voy a correr un rato por el parque que hay detrás de casa. Tengo compañeros que pasan la tarde viendo la televisión, jugando a videojuegos o perdiendo el rato con las redes sociales. Podrían aprovechar su tiempo libre aprendiendo a tocar un instrumento o leyendo un buen libre.

Texto 4

Hace un par de semanas mi clase fue de viaje de estudios. Fuimos a Andalucía. Realizamos un recorrido por varias ciudades: Granada, Córdoba y Sevilla. En Granada, por supuesto, visitamos la Alhambra; en Córdoba, la Mezquita; y en Sevilla, la Catedral y subimos a la Giralda. La Alhambra me encantó. En el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba había multitud de turistas. La mayoría tomaba fotografías sin parar. La población andaluza fue muy hospitalaria y simpática en todo momento.

Pon un nexo en tu vida

La mejor fórmula para asegurarnos de que la gramática o las construcciones sintácticas que estamos empleando en nuestros textos son suficientemente variadas (o, mejor dicho, estamos evitando las construcciones pobres o excesivamente simples) consiste en añadir nexos. El nexo es la función que adoptan aquellas palabras que unen frases u oraciones dentro de un mismo enunciado (similar a una bisagra, vaya). A continuación te dejamos un listado de nexos (solo te interesa la columna sombreada o con color que se encuentra más a la derecha; el resto, las que se encuentran a su izquierda, solo permiten su clasificación, su agrupación; a su derecha, por su parte, encontrarás ejemplos de uso, que quizá te resulten útiles). ¡Échale un vistazo al documento!

Descargar el documento en formato PDF

Una vez te hayas familiarizado con los nexos (muchos de los cuales utilizarás sin duda a diario, claro), vamos a construir un texto de forma colaborativa en el aula (un relato, una descripción..., ¡todo dependerá de vosotros y vosotras!). ¡Prestad atención a las instrucciones! Primero determinaremos el criterio que seguiremos para intervenir (el orden de la lista de clase, en que estamos sentados, etc.). A continuación, ¡nos pondremos manos a la tarea!: comenzaremos con un enunciado, propuesto por el profesor, y, después, iremos interviniendo de acuerdo con el orden establecido; manteniendo el sentido del texto que estaremos construyendo, cada persona propondrá solo la mitad de un enunciado (ojo, esto es importante: ¡solo la mitad!), de forma que resultará un enunciado con sentido completo y autónomo de la intervención o participación de cada múltiplo de dos personas. Cuando comencemos un nuevo enunciado, la primera persona en participar, en proponer la primera mitad, puede optar por utilizar o no un nexo del listado anterior; si opta por no incluirlo, la persona que le suceda, obligatoriamente, tendrá que añadir uno; si opta por incluirlo, por el contrario, entonces la siguiente persona solo tendrá que completar el enunciado, salvaguardando en cualquier caso el sentido.

Por ejemplo, el profesor puede proponer como enunciado con el que comenzar el texto este de muestra:

A pesar de que la noche extendía su oscuro y lóbrego manto desde hacía rato, aquel inseparable grupo decidió aventurarse en la negrura.

La siguiente persona en intervenir puede proponer la primera mitad de un enunciado, esta vez sin nexo:

Caminaron sin pausa por el camino que se internaba en el bosque...

Por lo que la segunda persona en participar se verá obligada a terminarlo introduciéndolo:

... , del cual (nexo) solo conseguían atisbar un par de metros gracias a las titilantes linternas de sus dispositivos móviles.

O podría haberse operado al contrario: la primera persona en intervenir introduce el nexo, mientras que la segunda, como ya lo ha utilizado la primera, completa el enunciado sin incluir ninguno. Así, por ejemplo:

(1.ª persona) Aunque (nexo) el miedo atenazaba sus corazones, ... (2.ª persona) no permitieron que aquella emoción les impidiese continuar.

El profesor (o la persona que este seleccione) irá recogiendo las propuestas en el ordenador del aula valiéndose de un procesador de textos. Se proyectará en la pantalla de forma continua para que el conjunto de la clase pueda seguir la redacción. Además, resulta conveniente que toda la clase esté preocupada en todo momento de otros aspectos importantes:

  • La coherencia o congruencia de los enunciados (guardan sentido entre sí, el tema progresa de forma razonable y comprensible, etc.).
  • La agrupación de ideas en párrafos.
  • El mantenimiento del registro formal.
  • La conveniencia de incluir conectores del discurso para enriquecer el texto.
  • El vocabulario empleado (especialmente con intención de evitar incurrir en palabras pobres o vacías de significado, en repeticiones innecesarias, etc.).
  • Los signos de puntuación.
  • La ortografía de las letras y de las tildes.
  • Etcétera.