Saltar la navegación

Actividades para trabajar el punto

[3.1.1] ¡Pon un punto en tu vida! Y seguido

Muchas personas se manifiestan incapaces de marcar adecuadamente, por medio de un punto y seguido, el final de un enunciado (que es también el principio del siguiente); en su lugar, emplean comas. Creo que resulta posible admitir que es uno de los errores más graves que se pueden cometer en relación con los signos de puntuación. Dificulta, además, la lectura, pues la persona que recibe el texto puede tener dificultades para interpretar algunas partes y, en cualquier caso, delata dificultades por parte de la que lo ha redactado a la hora de componer un texto. Por suerte, no son insalvables. 

En los siguientes textos, tomados de la prensa, se ha operado esta sustitución (los puntos y seguido han sido sustituidos por comas), y esperamos que tú, pacientemente, leyéndolos con cierto grado de atención, seas capaz de restaurarlos a su versión original. 

Texto 1

El martes por la tarde vi un capítulo de Euphoria, es la serie sobre adolescentes pero no solo para adolescentes que estrenó HBO este verano, deberían verla todas las madres y los padres, a pesar del pánico, precisamente por él, Maddy es la novia de Nate, el macho alfa del instituto, alto y guapo, durante una feria, Maddy va vestida de forma sexy, por lo que Nate intenta obligarla a que se cambie: no quiere que sus padres la vean así, ella se rebela ante su familia, lo provoca y lo ridiculiza, él va decidido tras ella y, en la oscuridad de un callejón, la coge del cuello y la embiste contra un camión, ella lo perdona, es una serie de 2019.

Veinte años no es nada, la ficción televisiva es una sofisticada manera de retratar la burda realidad, me pregunto cuántos hombres siguen cogiendo a mujeres del cuello y aplastándolas contra la pared, las paredes son para los besos.

Lara Moreno: "Contra la pared" (en El País, 5 de septiembre de 2019), fragmento (adaptación)

Texto 2

Lo más grave del final de la privacidad es que en algunos casos se ha producido de manera inconsciente, pero en muchos otros de manera totalmente consciente, estamos regalando sin darnos cuenta algo que ha costado siglos conquistar, las fotos realizadas con FaceApp circularon ampliamente por redes sociales: con una ingeniosa aplicación, gracias a la inteligencia artificial se mostraba cómo sería nuestro rostro en la vejez, todo fue bien hasta que se descubrió que el usuario firmaba una especie de pacto mefistotélico con los autores del juguetito a los que tal vez no entregaba su alma, pero sí sus datos.

Esa noticia se conoció poco antes de que fuese detenido en Bulgaria un informático de veinte años que había logrado los datos fiscales de todos los adultos del país que hubiesen declarado alguna vez a Hacienda, el hacker ni siquiera era una lumbrera: al parecer el robo masivo de información fue bastante sencillo, todo ello ocurre mientras los cuatro gigantes de la era digital, Amazon, Apple, Google y Facebook, son investigados en el Congreso de EE UU entre otras cosas por las dudas sobre su tratamiento de los datos, se trata de ejemplos de las últimas semanas.

Nos dirigimos a una sociedad de paredes de vidrio en la que todo lo que hemos escrito, dicho, incluso a veces pensado (nuestros gustos de compra), todos los datos que hemos compartido con nuestros amigos o con nuestra Administración pueden ser publicados y, desde luego, son utilizados sistemáticamente con fines comerciales o políticos, ya no existen habitaciones propias.

Guillermo Altares: "La casa de cristal" (en El País, 31 de julio de 2019), fragmento (adaptación)

Texto 3

Un día te olvidas y sales de casa sin pendientes, tú, que te sentías desnuda sin ellos, ni te das cuenta de que vas coja de orejas hasta que te ves sin querer en un espejo y te preguntas quién es esa dejada que te mira a las ojeras, otro día, teletrabajando a destajo, te quedas en pijama porque para qué vas a vestirte, o, todo lo más, te echas por encima un jersey gordo y un bozal de los feos para salir a lo imprescindible y volver al nido, así, gesto a gesto, vas dimitiendo de ti misma hasta que llega un día en que ducharte se te hace un mundo, te terminas duchando, claro, pero no te echas crema porque qué pereza y qué pena de cuerpo se te está quedando, así, te vas negando placeres porque crees no merecerlos hasta que un día te atracas de ellos y luego te desprecias tanto o te da tanta lástima de ti misma que vuelves a rodar cuesta abajo, ese creer que todo el mundo sabe vivir, o parece saberlo, y tú no te haces ni con tus huesos, hasta que un día, pongamos ayer mismo, amaneces de otra guisa sin comerlo ni beberlo: te arreglas, te pintas el ojo, te miras sin ira y atisbas, bajo la coraza, la persona que eras, aunque no te recuerdes, y ese día ves que fuera hace un sol que templa, que las horas de luz se alargan, que ya se intuye la primavera bajo el relente y que, cualquier jueves, puede empezar a escampar fuera y dentro de casa, el otro día, un chaval se dolía en Twitter de que, a sus 22 añitos, entre virus y penas, había pasado más tiempo en su cuarto, anestesiado por las redes sociales, que intentando salir al mundo, se estaba perdiendo la juventud, sospechaba, me pregunto cuántas y cuántos boomers están con predepre y, a fuerza de negárselo, se están perdiendo el último tercio de la suya, sí, la vida duele, mucho, pero está ahí fuera, esa es la razón por la que hay que salir a vivirla.

Luz Sánchez-Mellado: "Predepre" (en El País, 13 de enero de 2022), adaptación

[Todos los casos] Investiga, que es un punto

¿Qué sabes sobre los aspectos secundarios relacionados con el punto que aparecen a continuación? Te proponemos seguidamente un conjunto de preguntas que esperamos que estés en disposición de responder tras una pequeña labor de investigación. ¿Serías capaz de redactar, con tus propias palabras, la norma correspondiente? Puedes partir de la entrada dedicada al "punto" en el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE para, después, realizar consultas más concretas en Internet.

  1. ¿Se debe utilizar el punto para separar los millares o los millones en las cifras escritas con número? ¿Y se puede utilizar indistintamente el punto o la coma para expresar los decimales?
  2. ¿Se escriben con punto los años como "2.022"?
  3. ¿Es obligatorio emplear el punto en las abreviaturas? ¿Dónde se escribe? ¿Existen excepciones (abreviaturas en que no se use)?
  4. ¿Dónde se coloca el punto cuando se combina con otros signos ortográficos, como el paréntesis, las comillas o los signos de cierre de interrogaciones y exclamaciones?