Pérdida del control sintáctico [inadecuación al registro y al nivel lingüístico esperables]
Cuando redactamos, especialmente cuando somos redactores y redactoras principiantes, sin mucha experiencia, tendemos a creer que los enunciados extensos, complejos, proporcionan a nuestros textos automáticamente un alto grado de formalidad. Sin embargo, con frecuencia lo que nos proporcionan es quebraderos de cabeza, más bien, ya que, a causa de su desproporcionada extensión, es posible que perdamos el sentido de la oración y, en consecuencia, perdamos también su control sintáctico. Por ello menos es más: una menor extensión garantizará que controlamos, que dominamos la construcción gramatical que estamos empleando; de lo contrario, insistimos, puede ocurrir que nos perdamos en la compleja madeja de palabras y periodos sintácticos que estamos redactando y que nuestros enunciados terminen de una forma totalmente imprevista, diferente de como los habíamos iniciado. Precisamente esta situación es la que se produce en el siguiente enunciado:
Le expuse que no deseaba continuar ocupando ese cargo por más tiempo, ya que llevaba ejerciéndolo durante cinco años y deseaba disponer de la oportunidad de probar nuevas cosas, razón por la que lo dejaba, a pesar de que pensaba que Ángela, mi encargada, no iba a aceptarlo, pero fue muy comprensiva, después de lo cual estuvimos hablándolo y terminó agradeciéndome todo el trabajo que había llevado a cabo hasta entonces.
Supongo que estarás de acuerdo en que, además de evitar esta incorrección, resulta mucho más claro de entender escrito de la siguiente manera:
Le expuse que no deseaba continuar ocupando ese cargo por más tiempo: llevaba ejerciéndolo durante cinco años y deseaba disponer de la oportunidad de probar nuevas cosas. Por eso lo dejé, la verdad. Pensaba que Ángela, mi encargada, no iba a aceptarlo, pero fue muy comprensiva. Estuvimos hablándolo tranquilamente y terminó agradeciéndome todo el trabajo que había llevado a cabo hasta entonces.
¿Qué podemos hacer, pues, para evitar la pérdida del control sintáctico?
- Cuando terminemos de redactar, conviene siempre (siempre) releer lo que hemos escrito. Vale, sí, sabemos que es una tarea que puede provocar pereza, pero es fundamental (ayuda, además, a corregir otros elementos: erratas, cuestiones de estilo, etc.). Si lo deseas, deja reposar tu composición, emprende la revisión al día siguiente o pasada una semana, pero ¡no dejes de hacerlo!
- La producción de un texto es un proceso complejo en el que resulta necesario tener siempre presentes muchos aspectos (el registro empleado, el vocabulario utilizado, etc.). Detente y vuelve atrás tantas veces como sea necesario, reléete; no redactes a la carrera, con desgana, porque es muy probable que, entonces, exista cierta predisposición por tu parte a perder el control sintáctico (aparte de cometer otros errores o defectos).
- Vigila la extensión de tus enunciados. ¿Son demasiado largos? En ese caso corres el riesgo de confundirte en algún momento. Recuerda que estás aprendiendo, de manera que no te aventures con periodos excesivamente dilatados. Hazlos más breves, utiliza más puntos y seguido.
Por supuesto, ten cuidado en aplicar la anterior recomendación de forma extrema, lo cual puede conducirte a incurrir en otro defecto, una gramática pobre o poco variada (vicio de la redacción que encontrarás explicado en el apartado [4.10 Gr.noV]).