[5.2.1] Muletillas
Las muletillas son palabras o expresiones que introducimos en nuestro discurso pero que no aportan nada en él. Son como "muletas" en las que nos apoyamos, posiblemente por nerviosismo o inseguridad. Por esa razón suelen ser más habituales cuando nos comunicamos de forma oral, ya que la comunicación escrita acostumbra a planificarse y, de este modo, las evita. Generan en quien las percibe la sensación de falta de preparación y de nerviosismo, provocándole incomodidad o incluso hartazgo. Son muletillas las siguientes palabras o expresiones subrayadas:
Bueno, chaval, no tienes en plan ni idea de lo que pasó el otro día; en plan fue colosal, bueno, una cosa bárbara.
Todas las personas utilizan alguna clase de muletilla. Todas. (A partir de ahora fíjate en tus profes. Seguro que tienes a la típica persona que acaba sus frases diciendo "¿no?", "¿verdad?", "¿me entendéis?", "¿sí o no?" o cualquier expresión parecida. ¡Muletillas todas!) Y, si te parece que alguien no lo hace, sin duda se deberá a que se ha autonalizado lo suficiente como para reconocer en cuáles incurre y trata de evitarlas por todos los medios, situación deseable si no queremos provocar una imagen desagradable en nuestros receptores.
Finalmente, conviene no confundir las muletillas con las vocalizaciones, esos sonidos de carácter gutural (eeeeeh, mmmm...) que pronunciamos entre un enunciado y otro, o entre una idea y la siguiente, principalmente cuando estamos realizando una exposición oral que no hemos preparado de manera apropiada. En estos casos, es preferible permanecer unos instantes en silencio en lugar de "empantanar" nuestro discurso con estos incómodos sonidos, que también provocan en nuestro auditorio incomodidad y rechazo.