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[4.8] Vulgarismos en relación con la concordancia

[4.8.1] Errores de concordancia (sujeto-verbo, sust.-adj., etc.)

Todas las lenguas (y el español, por supuesto, no representa ninguna excepción) se caracterizan por que, cuando se construye una frase cualquiera, muchas informaciones o marcas gramaticales que contienen se repiten en las distintas palabras que la componen: a esto se le llama concordancia. En español existe concordancia en muchos contextos lingüísticos, entre los que destacan los siguientes casos:

  • Entre el sujeto y el verbo: estos elementos están obligados a coincidir en número y persona (de ahí que, por ejemplo, sea "la casa [sujeto, 3.ª sg.] tiene [verbo, 3.ª sg.] tres habitaciones" y no "la casa *tienen tres habitaciones").
  • Entre el sustantivo y el adjetivo: el adjetivo que complementa al sustantivo concuerda con él en género y número ("casas rojas" [plural], pero "estuche rojo" [singular]).
  • Entre el sustantivo y el determinante: las palabras que determinan un sustantivo, como en el caso anterior, también concuerdan con él en género y número ("aquellas casas" [plural], pero "aquel estuche" [singular]).
  • Entre los pronombres relativos y su antecedente: algunos pronombres relativos ("el cual, la cual...; el que, la que...; quien, quienes") se ven obligados a coincidir en género y número (o solo en número en caso de "quien(es)") con la palabra a la que se refieren: su antecedente (por ejemplo, "mi prima, a la que [femenino] conociste ayer, estudió Medicina" pero "mi primo, al que [masculino] conociste ayer...").
  • Entre el pronombre de CI "le" o "les" y su referente expreso: los pronombres de CI "le" o "les" pueden aparecer o no, en el mismo enunciado, junto a la referencia explícita a la persona o el grupo beneficiarios de una acción, pero, en un caso u otro estos elementos han de concordar en número (así, "di su calificación a María", "le di su calificación a María" o "le di su calificación" [ejemplos con "le" singular], pero "di su calificación a mis estudiantes", "les di su calificación a mis estudiantes" o "les di su calificación" [ejemplos con "les" plural]).

¿Y para qué existe la concordancia? ¿Cuál es su función? Simplemente ayuda a interpretar mejor un texto cualquiera, posibilitando que la persona que lo esté descodificando entienda inmediatamente qué relación existe entre las partes de un enunciado (qué elementos complementan o se refieren a otros). Si albergas cierto escepticismo acerca de lo que acabamos de exponer, lee la siguiente versión adaptada de un microrrelato, en el que hemos eliminado todas las relaciones de concordancia que acabamos de explicar (¡seguro que encuentras dificultades para interpretarlo sin necesidad de releer alguna parte o sin invertir más tiempo del acostumbrado!):

En un desierto zona del Irán hay uno no muy alto torres de piedra, sin puertas ni ventanas. En el único habitación de uno de los torres (cuyo piso es de tierra y que tiene el forma del círculo) aparece un mesas de madera y un banco. En ese celda circular, un mujeres que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo composición poético sobre un hombre que en otro celda circular escribe un poema sobre un mujer que en otro celda circular… El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que el prisioneros escribe.

Jorge Luis Borges: "Un sueño" (adaptación)

¿Te ha resultado una tarea sencilla, por fin? Venga, anda, lee la versión correcta (con concordancias) para que observes la diferencia (¡y la comodidad!):

En una desierta zona del Irán hay unas no muy altas torres de piedra, sin puertas ni ventanas. En la única habitación de una de los torres (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) aparecen unas mesas de madera y un banco. En esa celda circular, unas mujeres que se parecen a mí escriben en caracteres que no comprendo una larga composición poética sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre una mujer que en otra celda circular… El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.

(Casos particulares:
para profundizar)

[4.8.2] (CASO ESPECIAL) Uso impersonal del verbo “haber”

El verbo "haber" tiene dos claros usos en nuestra lengua: (1) es la forma auxiliar de las formas compuestas de la conjugación (de cualquier verbo: "has comido", "habíamos dormido", "hubiéramos venido"...), pero también (2) puede aparecer autónomamente con el significado de 'existir' o 'constar de' (por ejemplo, "en la habitación había tres estanterías con libros", que equivale a 'la habitación constaba de tres estanterías con libros'). En este apartado nos interesa este segundo valor.

La norma es clara con respecto a este uso: el verbo "haber" es siempre impersonal; en otras palabras, carece de sujeto (ni está omitido ni nada parecido: sencillamente no lo hay). Por esa razón, se construye siempre única y exclusivamente en 3.ª persona del singular (¡nunca en plural!). En el ejemplo del primer párrafo ("en la habitación había tres estanterías con libros") el verbo se conjuga en singular porque la oración no contiene ningún sujeto ("tres estanterías con libros" no es el sujeto sino el complemento directo: "en la habitación las había"). En definitiva, el verbo "haber", en este segundo uso, nunca (jamás, jamás de los jamases) se construye en plural, solo en singular (algo por otra parte evidente si nos percatamos de que, en presente, ni tan siquiera existe una forma plural: es "hay", que no tiene correspondiente plural; "en la habitación hay una sola estantería con libros").

(Para profundizar) - http://blog.lengua-e.com/2013/ha-habido-habia-hubo/