¿Reglas generales de acentuación? ¡Trucos!
Como sospecho que conocerás, las palabras se clasifican en distintos tipos en función de la posición que ocupa, dentro de ellas, la sílaba tónica. A partir de este criterio, las voces pueden ser agudas (si la sílaba tónica ocupa la posición final, como en corazón o en amador), llanas (si la sílaba tónica es la penúltima, como en árbol o en libro) o esdrújulas (si la sílaba tónica es la antepenúltima, como en -precisamente- la palabra esdrújula). También existen, incluso, las sobresdrújulas, que son aquellas voces en las que la sílaba tónica es cualquier sílaba anterior a la antepenúltima (por ejemplo, ábremelo).
Las reglas de acentuación garantizan que podamos resolver adecuadamente algunos casos de ambigüedad que pueden darse en la lengua escrita si manifestamos cierto desdén o descuido ante estas normas (¿cómo podríamos leer adecuadamente, cómo podríamos entenderlo, un enunciado como "el habito" si no tenemos claro que quiera decir el hábito o él habitó, por ejemplo?). Asimismo, su simplicidad es de una lógica aplastante, como vamos a demostrar enseguida, y ayudan a conocer en todo momento cómo pronunciar las palabras, es decir, dónde se encuentra la sílaba tónica (cuando te tropiezas por vez primera con una palabra nueva, sabes cómo pronunciarla gracias a estas normas básicas).
[1] Las palabras agudas solo se acentúan si terminan en <-n>, en <-s> o en vocal (así, se acentúan huracán, partís o amará, pero no pared o perdiz, por ejemplo).
[2] Las palabras llanas se acentúan, por el contrario, solo si terminan en una consonante distinta de <-n> o <-s> (así, se acentúan ágil o néctar, pero no pelota o camisa).
[3] Por su parte, las palabras esdrújulas y sobresdrújulas se acentúan siempre (esa es la razón por la que nunca falta en médico o atmósfera, por ejemplo).
¡Te dijimos que no engañábamos!: es muy sencillo. Ahora, ¡ojo!, cuidado con algunas palabras con las que es habitual confundirse a pesar de la simplicidad de la norma, palabras que ganan una sílaba al pasar de singular a plural y, así, pasan de ser llanas a esdrújulas, pues la sílaba tónica no cambia de posición (¡y recuerda que las esdrújulas se acentúan siempre!): por esta razón, en singular examen es llana y sin tilde (acaba en <-n>) pero en plural exámenes sí la lleva porque es esdrújula (colocarle a "examen", en singular, un acento gráfico por contagio con esta última forma es un delito); lo mismo le pasa a joven, que es llana y sin tilde (porque también acaba en <-n>), pero que en plural es esdrújula y sí la lleva: jóvenes, o resumen, que es llana y sin tilde (¡también acaba en <-n>), pero resúmenes en plural porque ha ganado una sílaba y se ha convertido en esdrújula.
Si lo necesitas, te dejamos este cuadro, que al principio tal vez te pueda ser de ayuda para aplicar las sencillas reglas explicadas más arriba: