[5.3.1] Anacoluto
Un anacoluto representa un tipo de error en relación con la construcción de la frase: existe un anacoluto cuando la persona emisora del mensaje comienza un enunciado empleando una determinada construcción gramatical pero lo termina empleando otra distinta, de manera que existe una clara incongruencia. Este tipo de error resulta mucho más habitual en la lengua oral que en la escrita, dado que los hablantes no tienen oportunidad de revisar la forma de sus mensajes (caracterizados por la instantaneidad), que construyen al tiempo que piensan. En consecuencia, es frecuente escuchar enunciados del tipo:
"Yo a mí me gusta practicar deporte" (con un claro anacoluto)
La construcción correcta del anterior enunciado habría sido "a mí me gusta practicar deporte", sin el "yo", dado que este pronombre no tiene sentido en la oración anterior (el sujeto es "practicar deporte"). Otros ejemplos de anacolutos son:
Ejemplos con anacoluto | Ejemplos solucionados (sin anacoluto) |
La chica de la que te hablé el otro día, su trabajo consiste en articular las operaciones mercantiles desarrolladas en el sur de España. | El trabajo de la chica de la que te hablé el otro día consiste en articular las operaciones mercantiles desarrolladas en el sur de España. |
Han sacado un medicamento que quien lo toma consigue dormir al instante. | Han sacado un medicamento que consigue provocar sueño al instante en quien lo toma. |
Dos casos de anacolutos resultan especialmente relevantes por la frecuencia con que se abusa de ellos:
(a) La construcción "es cuando" para definiciones. Una definición que comience con "la Edad Media es cuando...", por ejemplo, es incorrecta en la medida en que la expresión "es cuando" solo resulta admisible cuando le precede una expresión de tiempo (normal, fíjate en que "cuando" es una partícula de sentido temporal): por ejemplo, "entonces es cuando vino", "a las cuatro de la tarde es cuando comenzó a llover"... Pero cualquier otro empleo de "es cuando" resulta inapropiado. Para desarrollar una definición, en consecuencia, es deseable utilizar otras fórmulas: iniciar la definición con el hiperónimo del elemento definido ("la Edad Media es el periodo de tiempo en que..."), utilizar los verbos "referirse" o "aludir" ("con la Edad Media nos referimos a..."), etc.
(b) La construcción impersonal "se trata de". Esta estructura es impersonal, lo que significa que no puede construirse con sujeto (¡no lo requiere!). En los comentarios de clase se puede leer con frecuencia "este texto se trata de una argumentación", por ejemplo, y representa un claro anacoluto en el momento en que resultan incompatibles el sujeto ("este texto") y el verbo impersonal "se trata". Lo deseable es optar por la supresión del primero ("este texto se trata de...") o, directamente, por la utilización de una estructura alternativa (por ejemplo, "este texto es una argumentación", "este texto presenta una...", "la tipología textual de este texto se corresponde con la de una...").